La vacuna contra la COVID-19 es un drama para miles de piuranos que desde un día antes hacen largas colas para recibir una dosis.
El desorden y la desorganización siguen tan mal que ni siquiera hay un registro ordenado del padrón de quienes ya recibieron su primera dosis y van por la segunda.
El problema sigue siendo el insuficiente abastecimiento de dosis para avanzar con la vacunación de las personas mayores de 50 años.
En Lima, Trujillo y otras regiones del país, ya están vacunando a este grupo de personas, mientras que aquí en Piura seguimos con los de 60 años, simplemente porque nos dicen que no hay vacunas suficientes y porque, lamentablemente, la lucha contra la pandemia ha quedado en segundo plano después del escándalo de corrupción en el GORE.
Parece que las autoridades regionales que se declararon en rebeldía y armaron su propio “Comando COVID-19” no han dado fuego. Prueba de ello son los miles de muertes en Piura y hoy el retraso en la vacuna. ¿Será que solo se contentan con esperar a lo que el gobierno envíe, en lugar de estar allá en Lima exigiendo más vacunas como lo hacen las autoridades de otras regiones?