De acuerdo al cronograma electoral, los candidatos tienen plazo hasta este viernes 9, a las 00 horas, para cerrar sus campañas políticas.
En tiempos de normalidad seguramente se habrían programado mítines en las calles; pero con la variante brasileña rondando, muchos han optado por las caravanas y reuniones partidarias.
Esto no tendría ningún riesgo si no fuera por la temeridad o insensatez con que se organizan estos eventos.
Algunos –aunque no lo dicen-, pagan hasta 20 o 30 soles por persona para armar portátiles. A los simpatizantes “alquilados” -que luego se les ve agitando otras banderas en marchas similares-, les ofrecen movilidad, los apretujan en cualquier vehículo y los ponen a gritar. Las ansias por ganarse un sencillo hace el resto: exponerse al virus.
De qué sirve entonces que se decrete días de inmovilidad y prohibir el uso de vehículos particulares, cuando en una sola caravana cientos de personas pueden adquirir el virus.
Por si no se han enterado, según el Sinadef, Perú cerró marzo con 31,399 víctimas del virus en tres meses. Es decir, 1,012 fallecimientos por día. Piura está entre las tres ciudades con más muertos.