Como una provocación y burla ha sido calificada la designación del polémico ex ministro de Salud, Hernán Condori, como asesor del Minsa.
Es decir, para Pedro Castillo y su corte cerronista el hecho que este funcionario haya sido censurado por el Congreso, por no demostrar idoneidad para el cargo, poco les importa y menos al actual ministro quien, obediente, dejó que le endosen a un cuestionado personaje en su sector.
Como si esto no fuera suficiente, la actual mano derecha del presidente, el secretario de Palacio, Jorge Alva, según informe de Contraloría, tampoco muestra experiencia mínima para el cargo, además, es un irascible personaje que tiene como mérito curricular denuncias policiales por violencia familiar en el 2013 y 2008.
Estos no son los únicos casos, es reiterativa la incursión de personajes cuestionados, investigados y con antecedentes policiales y penales, ligados a hechos de corrupción que algunos partidos políticos han denunciado. La Defensoría del Pueblo hasta pidió la renuncia del presidente, pero ese círculo del que se rodea, parece que no le interesa lo que los peruanos piensen de ellos, ni el desmadre que están dejando.