Las alarmas están prendidas por el ómicron. Según reportes de Salud, el 53% de contagios hoy son por esta variante y los hospitales lo confirman con el incremento de pacientes en las últimas horas, sobre todo, de los no vacunados.
En Lima y el norte del país es donde esta cepa se extiende con mayor rapidez y se teme que, después del relajo de fin de año, los casos suban a cifras preocupantes.
La realidad es que el ómicron, con su enorme capacidad de contagio, superior a la cepa delta, se va extendiendo por el país. De tres casos detectados inicialmente hace menos de 15 días, se tiene ahora más de 500 en todo el país, pero habrían muchos más que aún no se han reportado porque en los vacunados este virus se manifiesta como una simple gripe.
De allí el riesgo de que se extienda a cifras incontrolables que podrían afectar a pacientes con dolencias crónicas y pero sobre todo a quienes no tienen ninguna dosis de vacuna. Igualmente, el no usar mascarilla ayuda a la propagación de esta variante, por lo que se teme que después de las fiestas de fin de año los casos suban exponencialmente. Lo peligroso es que no estamos preparados para una nueva avalancha de pacientes.