Aunque el congresista piurano, Wilmar Elera, se apuró en reconocer su error, lo cierto es que sus declaraciones en tono de “justificación” a la supuesta agresión sexual que denunció una trabajadora del Congreso contra el parlamentario Freddy Díaz, es lo que anida aún hoy en día en el subconsciente de muchos peruanos, y es la causa de que cada año se incremente más la taza de violencia de género.
Según la interpretación del parlamentario, la víctima habría desencadenado su propia agresión por meterse a trabajar en una oficina donde todos eran hombres y tomarse unas cervezas… una justificación similar a que, si se viste de rojo, usa minifalda, se maquilla demasiado, exhibe tatuaje… es señal de que anda en busca de que la agredan.
Este tipo de pensamiento retrogrado y machista es el que, a pesar de todas las campañas y marchas de protestas, la violencia de género siga imparable a tal punto que, según Amnistía Internacional, Perú sigue ocupando los primeros puestos en cuanto a violencia machista, dejando 164 feminicidios y cerca de 12 mil desapariciones el año pasado, con índices preocupantes de repunte este año.
Síguenos en nuestras redes sociales:
- Facebook: Diario El Tiempo
- Twitter: @eltiempopiura
- Instagram: @eltiempopiura
- YouTube: Diario El Tiempo
- TikTok: @eltiempopiura