
El origen
Regresemos al 2000, cuando en Siria nadie se imaginaba lo que iban a vivir en los próximos años. Aunque ya existían problemas que luego fueron una bomba de tiempo: alto desempleo en el país, extensa corrupción, falta de libertad política y represión del gobierno del presidente Bashar al Asad. Asad había sucedido este año, a su padre, Hafez.
Avancemos once años en el tiempo, cuando un grupo de adolescentes decidió pintar en un muro escolar consignas revolucionarias. Los estudiantes fueron arrestados y torturados por las fuerzas de seguridad del gobierno. La gente al ver lo ocurrido, salió a protestar. Todo esto inspirado en la Primavera Árabe (protestas realizadas en el 2010-2013 en pro de la democracia y derechos sociales) que lograron extenderse en los países de la región. Las fuerzas armadas abrieron fuego contra los manifestantes causando que varios murieran.
Las personas no se quedaron calladas y decidieron seguir protestando, así hasta que el levantamiento se extendió por todo el país. Ellos exigían una cosa: la renuncia del presidente Asad. Y como era de esperar, la respuesta del gobierno fue ponerse más duros y estrictos con los “rebeldes” que pedían destituir al gobierno. Los manifestantes solo se motivaron más a pelear por lo que creían. Ya no solo era un grupo protestando, a finales del 2011 terminaron siendo ciento de miles que decidieron pelear por esto.

¿Cómo pasó de ser una protesta a una guerra civil?
Ninguno quiso ceder. Mientras las represalias contra el gobierno seguían, los ataques del gobierno se intensificaban. Los manifestantes que ya no eran tan manifestantes, empezaron a buscar apoyo en las armas para defenderse y sacar las fuerzas de seguridad de sus territorios. Asad (otra vez) promete “aplastar” a el “terrorismo apoyado por el exterior” y restaurar el control del Estado.
Los “rebeldes” se organizaron, eran cientos de grupos para combatir a las fuerzas del gobierno para obtener el control de sus territorios. Justo en este momento, en el 2012, la guerra ya no solo era por el presidente sino encontró nuevos matices por los que luchar (algo complicado).

¿Quiénes se metieron?
Todo se complicó aún más. Las potencias regionales e internacionales tuvieron una brillante idea: involucrarse. Esto generó otra dimensión de intereses al conflicto. A ver, quiero explicarles quiénes se involucraron: Estados Unidos (por supuesto), Francia y Reino Unido quienes apoyaron al Ejército Sirio Libre (los manifestantes) y por otro lado tenemos a Rusia que apoya al gobierno de Al Asad.
Para este entonces era 2013 y ya había cobrado la vida de 90,000 personas.
¿Quién está peleando actualmente?
Ahora los que realmente están en el campo de batalla todos los días son: el Estado Islámico (islamistas) con estrategias que han creado atrocidades en el país y el Frente Nusra, que está afiliado con Al Qaeda (organización paramilitar, yihadistas, que emplean tácticas terroristas alrededor del mundo). Luego hay una guerra dentro de otra. Los grupos de oposición (los manifestantes) están peleando los unos con los otros. Sí, así es, se están matando entre ellos, lo que beneficia al gobierno. El Estado Islámico está combatiendo al Frente Nusra y al ejército Kurdo, un grupo apoyado por Estados Unidos. Todos ellos son de oposición al gobierno. Entender por qué están peleando entre ellos es aún más complicado y tiene muchas aristas.
Estados Unidos ha planeado con Francia ataques aéreos contra el Estado Islámico sin atacar al gobierno sirio. Rusia sigue atacando para “estabilizar” el gobierno de Asad, eliminando los grupos de oposición. Su intervención ha significado victorias para el gobierno. Hay otros participantes como Arabia Saudita e Irán pero los vamos a dejar de lado por ahorita.
Y lo más importante, después de cinco años:
¿Por qué ha durado tanto la guerra?
El mismo problema del inicio. Nadie quiere ceder. Las potencias internacionales les han brindado el material suficiente para que la guerra continúe. Así de sencillo, si nadie hubiera metido su cuchara, quizás se les hubiera acabado los recursos para seguir peleando.
Las divisiones en el país se han expandido tanto que las personas cometen atrocidades, cobrando la vida de millones de personas, destruyendo comunidades y reduciendo la esperanza de lograr un acuerdo. Hace unos días fue bombardeada una de las ciudades más importantes para la oposición: Alepo. Logrando una gran victoria para el gobierno.
Asad quien pudiera poder disminuir esto, ha dicho que no piensa echarse atrás. No importa cuántas vidas sean cobradas, los planes continúan.

Consecuencias
Las personas que no están involucradas y ni quieren ser parte, ¿qué pasa con ellos?¿y con los niños? Estos son algunos de los datos que se tienen de la guerra. Hasta el momento se estima que 300,000 personas han muerto y 4.8 millones de personas han huido de Siria, entre ellos mujeres y niños en su mayoría. Los países vecinos (Líbano, Jordania y Turquía) sufren crisis, ya que no pueden albergar tantas personas. Otras personas han buscado refugio en Europa.
13.5 millones de personas necesitan ayuda según reportes de la ONU, 70% de la población no tiene acceso a agua y comida. Por si no fuera poco, las partes del conflicto se han rehusado a permitir que llegue ayuda a los necesitados para que desistan y mueran de hambre.

¿Alguien está haciendo algo?
La ONU ha intentado tener acuerdos y conversaciones de paz desde el 2012. Todas han resultado fallidas. En enero de 2016, Estados Unidos y Rusia lograron convencer a los representantes de las partes en guerra para tener “conversaciones de acercamiento” en Ginebra y discutir una ruta de paz del Consejo de Seguridad, que incluía un cese del fuego y un período de transición que llevara a elecciones. Las conversaciones se suspendieron en la “fase preparatoria” cuando las fuerzas del gobierno sirio lanzaron una gran ofensiva en la ciudad norteña de Alepo. Todos los intentos de tregua han fracasado y pareciera que no hay esperanza. Mientras tanto, miles de personas mueren a causa de la guerra.