Muy orgullosa de su madre y de sus cabellos negros ensortijados que hacen destacar un rostro bronceado y delineado, que coronan dos ojos negros achinaditos, son las características de la espigada candidata de la Bandera Amarilla Canaria.
Joselín Brillid Domínguez Vilela tiene 19 años, mide 1.61 metros, pesa 55 kilos. Ama el baile, especialmente, la salsa y la cumbia.
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“Para mí es un reto y una gran oportunidad representar a la Bandera Amarilla. Me es difícil, pues debo salir de mi zona de confort, que es mi trabajo como integrante del show infantil, para exponerme ante el público”, nos confiesa la estudiante de Farmacia del Instituto Otto Tonnsman.
Formada en su primaria en el colegio “Virgen del Carmen” (ex 28), luego el alma mater femenino de Catacaos, “Juan de Mori”, le albergó por cinco años y la forjó para ser una triunfadora, dice orgullosa.
Su tiempo lo divide entre ayudar a su madre, Magali Vilela, quien dirige un local de venta de cenas en la avenida Juan Velasco de Nuevo Catacaos, así como los estudios y las presentaciones del show.
Carnaval es alegría
Parte de su familia vive el carnaval de la Bandera Multicolor, pero a ella, desde chiquita, le gustó vivirlo plenamente por su alegría, jolgorio y la consciencia de mantener viva una tradición de su pueblo, Catacaos.
Brillid se pone seria para exponer que la Heroica Villa es un lugar turístico, muy bonito, que destaca por su historia, gastronomía, que exalta a quienes le visitan, como por su artesanía, que única.
De ser elegida como soberana del Carnaval del Bicentenario, “saltaría de alegría. Para mí, aparte de un sueño, es un reto y sería maravilloso que pueda ser motivo de impulsar a los jóvenes a salir de su zona de confort”.
Luego, agrega muy firme “le diría a los jóvenes que caminen a su propio ritmo, que no se adelanten a quemar etapas, que vivan cada etapa de su vida. La verdadera esencia está en disfrutar el camino”.
Confiada en sus atributos, la candidata de la Bandera Amarilla Canaria recuerda el empeño en su preparación de baile, coreografía, estudiando para responder la pregunta del jurado y no deja de lado su Fe, como buena cataquense para confiar en el triunfo.
Finaliza dejando en claro que cada una de las candidatas es su amiga, pues han sabido entender que son momentos para gozarlos y pasarla bien, por el buen nombre de Catacaos y el carnaval, el cual todas adoran.