El arzobispo de Piura, José Eguren Anselmi, no se guardó nada y cuestionó el poco avance en las obras de protección que necesita la región ante el azote de El Niño.
Advierte que es hora de un punto de quiebre para que el Gobierno Regional y otras entidades dejen las obras inconclusas y las entreguen a otros organismos más eficientes.
–¿Qué sensación le deja esa imagen de los sacos como defensas ante el río?
La imagen de sacos en la ribera, en frontis de negocios y casas, las defensas inconclusas y la existencia de refugios de evacuados, creo que son una señal evidente de que la reconstrucción no camina y es un fracaso.
Ante el avance poco significativo y al cumplirse cuatro años de la devastación del Niño Costero y que aún no tenemos las obras de prevención, […] entonces hay que pensar en buscar unidades ejecutoras más eficientes para llevar adelante los proyectos que la región necesita.
–La defensa de la ARCC son los millones que transfiere…
Habría que revisar los recursos transferidos y los que se han empleado. Siempre se habla de manera parcial que se ha mandado tanta cantidad de dinero, pero lo que diría es que el Gobierno central y Gobierno Regional deben transparentar el dinero y cómo se ha ejecutado. Los piuranos no tenemos una idea de lo transferido y del empleo que se ha hecho del mismo. Se prometieron 7 mil millones de soles, pero cuánto de ese monto se asignó en estos cuatro años.
–¿Quién o quiénes son los responsables del fracaso?
Hay varios. Los primeros somos todos los piuranos que no hemos sabido unirnos adecuadamente para defender a Piura y reclamar las obras que se necesitan.
Creo que nuestra desunión es una de las causas fundamentales de que la reconstrucción no avance. En segundo lugar, el Gobierno Regional es quien tiene que liderar la reconstrucción y la sensación personal que tengo es que no la está liderando.
– ¿Qué pasa si no se toman decisiones ahora?
Al cumplirse cuatro años, es momento de un examen de conciencia muy profundo, un momento de inflexión, donde ya comencemos a tomar decisiones por la reconstrucción.
Mas aún pensando en lo que dicen los expertos sobre un Niño típico para el 2022. Si sumamos pandemia más un Niño, tendríamos un escenario, si no nos preparamos, terriblemente doloroso y desgarrador. Es el momento para un quiebre y buscar las unidades ejecutoras más eficientes.
–¿Le faltó capacidad al GORE en el caso de las defensas?
Lo estamos viendo. Estas grúas cubiertas por las aguas de una crecida normal de la temporada del año, creo que lo evidencian.
Y la zozobra que ha generado una crecida del río de menos de 1.000 m³/seg que nos dejó a todos asustados por la posibilidad de un desborde, creo que lo explica por sí solo.
–¿ARCC confío demasiado en GORE y municipios?
Eso queda para el análisis, pero lo que hay hacer es mirar hacia adelante. Son cuatro años, ya no podemos estar lamentándonos por una situación de la reconstrucción que no avanza.
Tenemos ahora que tomar decisiones claras y que apunten a una auténtica reconstrucción. Piura no puede seguir así, Piura no se merece lo que está pasando.
Hay que decir basta y buscar una unidad de los piuranos y trabajar en serio. Ahora lo más urgente son las defensas ribereñas de Piura y el Bajo Piura, y el fortalecimiento del sistema de salud.
– Ud. pedía el máximo esfuerzo de las autoridades. ¿Se cumplió?
Hay un principio bíblico que nos dice por sus obras los conocerán, ¿Dónde están las obras de reconstrucción o de impacto? Cuatro años han pasado y no las tenemos. Si no las tenemos, creo que todos no hemos hecho el máximo esfuerzo y también me incluyo. Todas las autoridades tenemos que ponernos la mano en el pecho y reconocer nuestra parte de responsabilidad.
No hay obras de impacto, y mas bien veo un círculo vicioso de que se hace el contrato, se resuelve y de ahí viene los arbitrajes y luego otra vez el nuevo contrato.
O por ejemplo con los hospitales, primero por asociación público privada y luego por inversión pública. ¿Hasta cuándo?
–¿Qué le pide a la población cuando vivimos un repunte de casos de Covid-19?
En esta Semana Santa hay que rezar mucho para que la pandemia sea controlada. Hay que pedir por las víctimas y la curación de los enfermos. Hay que pedir por nuestros médicos y personal sanitario, militar, policial y limpieza pública que trabajan a tiempo y destiempo para darnos la seguridad que necesitamos.
El otro mensaje que debo de dar es que seamos responsables. Si hay algo que el virus nos está enseñando es a romper con el individualismo imperante, que es fruto del egoísmo y a percibirse más como una sociedad y que por lo tanto tenemos que aprender a vivir en comunidad, siendo responsables cada uno de sí mismo y del hermano.