El infectólogo, César Guerrero, explica que nuevas variantes anulan la inmunidad de rebaño, por lo que es posible reinfectarse con el virus. Debemos cumplir con los protocolos.
El infectólogo del establecimiento de salud I-3 El Indio (y ex subdirector de la Dirección Regional de Salud), César Guerrero, explicó que las nuevas variantes de la COVID-19 se traen abajo la teoría de la inmunidad de rebaño: es posible enfermarse más de una vez de coronavirus y la única solución es cumplir con los protocolos sanitarios que ya conocemos.
–¿Es posible que se empiecen a presentar incluso más variantes del coronavirus?
Sí, se presentarán más, pero de la que más se está hablando es de la variante británica, que lo que está causando es un 70% más de contagios y parece que es –según un ministro británico- 30% más letal, falta confirmar con más estudios.
–¿Cuál es el riesgo de que sea más contagiosa?
Va a congestionar los establecimientos de salud y, a la larga, si habrá más casos de fallecidos en un virus más contagioso: es diferente atender 100 pacientes en un mes a atenderlos en dos semanas, con mayor cantidad de pacientes en menor tiempo habrá saturación en los centros de salud.
–¿Hay cuidados adicionales a los que ya conocemos?
La única manera de controlar cualquier variante del coronavirus son las medidas de bioseguridad que ya conocemos: el uso correcto de la mascarilla, lavado de manos y distanciamiento social. No hay otra manera de controlar el virus.
–Fuera de eso, ¿solo queda la vacuna?
Las vacunas van a demorar y, para tener controlada la enfermedad, tendría que estar inmunizada entre el 70% y 80% de la población. Si no llegamos a esas coberturas, seguiremos en ascenso de casos. Y eso no se hace en un mes, la logística para inmunizar a tanta cantidad de población se va demorar y, mientras tanto, debemos seguir con los protocolos que ya conocemos.
–Como esta nueva variante es más contagiosa, ¿la segunda ola podría ser peor que la primera?
La historia nos ha demostrado que las segundas olas son peores que las primeras. Eso puede tener muchas explicaciones, en este caso, que esta variante británica es más contagiosa; lo otro es que la gente pudo haber seguido las indicaciones durante la primera ola, pero en la segunda, debido al desgaste económico u otras consideraciones -incluso alteraciones como ansiedad-, ya no quieren seguir las medidas. La segunda ola puede ser peor si es que no seguimos los protocolos sanitarios.
–¿Qué pasó con la inmunidad de rebaño?, ¿ya no es factible por las nuevas variantes?
Esto implica que si más del 70% de la población ya tuvo la enfermedad, forman anticuerpos. Eso es el mundo ideal, pero en todo el mundo se están reportando varios casos de reinfección. Entonces, una persona inmunizada, que se supone que ya no debería tener otra vez la enfermedad, puede volver a hacerla. Eso trae por suelo la inmunidad de rebaño.
El ingreso de nuevas variantes funciona así: me dio dengue tipo 1, pero me puede dar el tipo 2. Entonces, cuidado con esas aseveraciones de que ya llegamos a la inmunidad de rebaño porque hay que tener en cuenta las nuevas variantes. Debemos seguir manteniendo las medidas de bioseguridad porque hay mucho que aún desconocemos. Aquí tenemos casos de pacientes y médicos que se han vuelto a enfermar. No funciona la inmunidad de rebaño.
–De ser así, ¿la vacuna podría llegar a ser anual como la de la influenza?
Sí, podría ser. El cada cuánto nos la tengamos que poner todavía está en estudio, podría ser cada año, pero se sabrá cuando se hagan más estudios sobre cuánto dura la inmunización.
