Según la última actualización de la sala situacional de Diresa, Piura reporta 47.997 casos confirmados de COVID-19 y 2.056 decesos. Aunque las cifras asustan, la propagación de la epidemia va a la baja en nuestra región.
En entrevista con El Tiempo, la especialista en estadística aplicada de la Universidad de Piura (UDEP), Isabel González, explicó que al haber una gran parte de la población contagiada, el virus tiene menos posibilidades de transmisión, por lo cual se espera que el número de nuevos casos descienda progresivamente en las próximas semanas.
–De acuerdo a los reportes de la Diresa, del domingo al lunes tuvimos un pico de 30 muertes por coronavirus, además de 756 nuevos contagios. ¿Podemos decir que estamos ante un rebrote?
Aunque hay días en los que tenemos 30 o 40 muertes, la data es muy puntual o puede que el registro se haya acumulado, pero la media de muertes por día en agosto sigue siendo más baja que en julio, mes en el que era de 15, mientras que ahora estamos en 13 muertes por día. Luego, si contabilizamos todo julio, teníamos unas 427 muertes y ahora no llegamos ni a 300, vamos en 294. En la semana que queda, lo probable es que tengamos menos fallecidos que en julio.
–En ese caso, ¿a qué cree que se deba el descenso en la media de muertes?
No se ve un incremento en el número de fallecidos. Una de las razones puede ser que al inicio se infectó mucha gente mayor y había más riesgo de muerte. Pero ahora parece que se infectan más los jóvenes y niños, en los que la tasa de fallecimiento es menor.
–En cuánto a los contagios, ¿la tendencia es a la baja o vamos en subida?
Con respecto a los contagios, la Diresa no actualiza bien el número de casos activos. El número de positivos superan los 40 mil, cifra que no ha variado tanto entre julio y agosto, pero lo importante son los activos, los nuevos casos. La media de activos sí que ha aumentado: en julio eran unos 5.000 y ahora son como 8.000. Pero en la Diresa, el lunes pasado, dijeron que los activos eran 3.200 y no lo que dicen sus reportes.
Puede ser un retraso en registrar las altas. No es información fiable. Pienso que el número de contagios es estable, pero puede tender a la baja porque las cifras que va dando la Diresa difieren. No se sabe cuántas pruebas hacen, pero si el director [Víctor] Távara dice que hay 3.000 activos, son menos que los de julio.
–Entonces la cifra de hospitalizados también está tendiendo a la baja, ¿correcto?
En julio se registraron 14.590 nuevos casos, mientras que hasta el 24 de agosto registramos 10.047. Ahora, en julio la media de hospitalizados fue de 194, y en agosto son 164. Ya se está liberando el hospital Santa Rosa e incluso pronto atenderán nuevamente otras enfermedades.
El problema es la UCI, que solo tiene unas 25 camas y los enfermos permanecen mucho tiempo ocupándolas. Es como un cuello de botella: se acumulan y la UCI se llena.
–¿En Piura se sabe realmente cuál es la tendencia de la curva de contagios?, ¿se ha analizado la prevalencia del virus?
El análisis de la prevalencia en Lima es de un 20%; en Lambayeque ya un 30% de la población se contagió; en Loreto están cerca del 80%; pero en Piura no se ha hecho este estudio y sería importante que se haga para saber cuántos ya se contagiaron y, con mayor seguridad, empezar a retomar las actividades, porque podríamos acercarnos a la inmunidad de rebaño.
–¿Cuáles estima que sean las cifras de Piura?, ¿sabiendo la prevalencia se puede reactivar la economía de manera más segura?
En Guayaquil la prevalencia era del 60% y por eso pudieron ir liberando la economía -incluso abriendo cines- porque el contagio se empieza a frenar. Yo creo que desde un 40%, al virus le cuesta más contagiar. La gente que está inmunizada respira y mata el virus, va limpiando; aunque dicen que la inmunidad de rebaño es al 70%. En el norte del Perú tuvimos varios contagiados y en algunas zonas se llegó al 80% de gente contagiada. Pienso que si en Lambayeque están en 30%, nosotros debemos estar cerca.
–Pero es difícil saber el destino de Piura si aquí se siguen aplicando masivamente las pruebas rápidas, que tienen un alto margen de error.
Lo de las pruebas rápidas fue un error desde el inicio: creo que ningún país las usa tanto como nosotros. Esas pruebas dan muchos falsos negativos y también positivios, no dejan detectar al contagiado desde el inicio. Las pruebas rápidas no son para hacer un diagnóstico; si te sale positivo, no pueden decir que tienes COVID-19. Es un error que siguen cometiendo: necesitamos las moleculares. Las rápidas se usan más para saber la prevalencia.
–En Piura bien se podría hacer entonces un estudio de prevalencia porque las rápidas son las pruebas que más se usan.
La OMS fue clara al decir que la prueba rápida no hace diagnósticos. Es un error, deberían usarse para estudios de prevalencia. Para el seguimiento de la curva, deben usarse las moleculares. Si se quiere hacer el seguimiento de la evolución de contagios, deben ser las moleculares. Las rápidas son para el análisis de cuanta gente ya se contagio -porque puede dar positivo y no ser un caso activo- y con qué grado de seguridad podemos reabrir discotecas, cines y otros. Así ya sabríamos que el contagio será más difícil y podríamos ir soltando la economía.
–¿Cree que en nuestra región podamos hablar pronto de inmunidad de rebaño?
Habría que estudiar Piura por zonas y con eso podemos saber qué porcentaje de la población está contagiada. Ya se hizo en varias regiones del país. Si Lambayeque tiene un 30%, nosotros deberíamos tener ese aproximado y por eso la pandemia ya no avanza más agresivamente como en otras regiones. Pienso que en América nos hemos contagiado tanto que ya estamos cerca de la inmunidad de rebaño.
–Esa información la debe tener la Diresa…
Según lo que dice la Diresa hay 3.200 casos activos, entonces no son muchos. Por fin estaríamos bajando el nivel de contagio. El problema es que no se publican los datos completos, no dan toda la información.