Entre las bancadas que otorgaron la confianza al Gabinete Bellido hay quienes tienen posiciones ideológicas distintas al Ejecutivo. Al respecto, Carlos Hakansson, docente de la Universidad de Piura, dijo que sería raro que se haya expedido un “cheque en blanco” para que el Ejecutivo haga lo que quiera; “esto es pedir facultades legislativas para afectar los intereses que representan o comprometer la soberanía del país para convertirnos en una colonia ideológica”.
–Se supone que, con la aprobación del Gabinete, habrá cierta estabilidad política, pero no cheque en blanco.
El tiempo dirá si el otorgamiento de confianza fue producto de una alianza o de la decisión de expedir un “cheque no negociable” al Gobierno; es decir, con límites al ejercicio de las políticas que desean implementar. Todavía no lo sabemos. Por otro lado, si el Ejecutivo tuviera mayoría en el hemiciclo, la ausencia de un sólido bloque opositor sería materia de escándalo inmediato. Por eso, cabe esperar a ver si las bancadas que extendieron la confianza acompañarán al Gobierno en su programa político.
–¿Qué significa, en la teoría y en la práctica, haberle dado la confianza al Gabinete Bellido?
Sin investidura no hay gobierno. En el modelo peruano, el gabinete ejerce funciones desde su nombramiento antes de acudir al Congreso para exponer su política general. En el Perú llamamos investidura al acto de confirmación parlamentaria sobre la decisión del presidente tras nombrar a su gabinete. La cuestión de confianza produce una relación fiduciaria entre Ejecutivo y Legislativo que solo se rompe con la moción de censura o la denegación de la cuestión.
–¿Cuáles son los pros y contra de esta decisión?
Es cierto que las sonadas críticas de políticos, periodistas y ciudadanos en las redes sociales, contrarios a otorgar la confianza, se dejaron sentir; sin embargo, a pesar de las comprensibles reacciones, tengamos en cuenta que la investidura en el Perú también puede funcionar más cerca de un “cheque no negociable” que de uno “en blanco”.
–Por distintos motivos, habría varios ministros no idóneos para ejercer dicho cargo. ¿Qué mecanismo tiene el Congreso, después de aprobar la cuestión de confianza, para censurarlos o para pedir su cambio?
El Congreso cuenta con las interpelaciones para cuestionar el desempeño del ministro. Si no convence su intervención en el hemiciclo, un grupo de parlamentarios pueden presentar una moción de censura en la Mesa Directiva.
–¿Qué se necesita para interpelar a un ministro o a cualquier otro funcionario público?
Se trata de una atribución congresal que obliga a la concurrencia del gabinete o de los ministros, por separado, para ser interpelados. La Constitución establece no menos del quince por ciento del número legal de parlamentarios hábiles para poder presentarla. Por eso, se trata de una institución de control al alcance de las minorías del Congreso.