Si los ciudadanos seguimos tolerando el desprecio y la discriminación hacia la salud de los piuranos por parte de diversos gobiernos, y el actual en particular, lo que estamos haciendo es ser cómplices de una mayúscula injusticia. “Apañar” a autoridades que de manera sistemática se vienen burlando de la región, al poner en riesgo la salud de dos millones de piuranos, es un pésimo ejemplo que los adultos no podemos seguir dando a las nuevas generaciones.

El “ya basta” que cientos de personas gritarán hoy en la marcha pacífica contra el Ejecutivo, no solo debería estar orientado contra los funcionarios del Ministerio de Salud, MEF, PCM, presidente de la República y Gobierno Regional por negarle a la segunda region más poblada del país su derecho a salvar vidas, sino también contra la pasividad de los mismos piuranos que, con su indiferencia cómplice, permiten que se agravie a Piura.

Cinco años después de sufrir una de las peores inundaciones de su historia, la región sigue siendo vulnerable ante El Niño, sin que el Estado cumpla con su promesa de llevar el caudal del río Piura hacia el mar; se le ha quitado su Escuela de la Policía, no se le da patrulleros ni policías suficientes aunque la criminalidad se multiplica; en cada Gobierno se dilapidan cada vez más millones asignados al Proyecto Alto Piura sin que este avance (actualmente está patralizado; somos una de las regiones con mayores tasas de producción agrícola y agroexportación y aún así tenemos una infraestructura de riego casi obsoleta; hay 123 obras de reconstrucción paralizadas; somos una de las regiones con mayor perjuicio económico por la corrupción.

Pese a todo ello los piuranos seguimos siendo expectadores pasivos. Tal parece que nos hemos acostumbrado a ser discriminados y postergados. No se nos está negando algo trivial, al dejar sin presupuesto al hospital nacional que deberíamos tener hace mucho tiempo, lo que están haciendo los gobiernos de turno en las últimas décadas, es ponermos en un riesgo cada vez mayor.

Negarle a Piura un eficiente sistema de salud, es condenarla a seguir figurando entre las regiones con más altas tasas de fallecidos por cáncer, diabetes, hipertensión, y a las próximas epidemias tan o más graves como el covid. Si los ciudadanos no se unen y exigen sus derechos, los problemas aumentarán.

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