Según la Dirección Regional de Educación de Piura, los casi 220 mil que este año no recibirán una tablet para poder estudiar adecuadamente no perderán el año porque se les nivelará entre enero y julio del 2021. ¿Se puede saber si estas nivelaciones -que también se aplican en tiempos de huelgas- han servido para un eficaz aprendizaje?
No lo saben. Nosotros, en cambio, sabemos que el aprendizaje en tales condiciones será de calidad deficiente porque se pretende hacer en siete meses lo que algunos hacen a duras penas desde el inicio de la pandemia. Este despropósito es interesante para entender la relación del Ejecutivo con las provincias, y como la ausencia de las autoridades pueden dar lugar a atropellos terribles, como el que sufren estos niños, casi 100 mil de ellos, de la sierra piurana.
Como aquí no hay gobernador que defienda ante el Congreso, antes de ser reprendido, los proyectos que la región necesita para su desarrollo, El Gobierno hace lo que quiere. El Gobierno promete 71.600 tablets, a pesar de que en la región hay 220 mil niños que pertenecen a los quintiles 1 y 2 de extrema pobreza, y pasado el tiempo, a poco de terminar el año escolar, solo entrega 5.000. Eso, en términos prácticos, significa que 215 mil estudiantes perderán el año. La DREP dice que no, pero ya está visto que las nivelaciones solo servirán para dar lecciones, mas no conocimientos. Estamos seguros de que ningún pedagogo auténtico valoraría las nivelaciones escolares “a la peruana” que nos siguen poniendo en la cola de la educación continental.
¿Por qué el Estado nos trata tan mal? Piura es una región aportante, es una región rica en recursos y en potenciales; ¿por qué no contamos con la mejor infraestructura civil y académica del norte del país? ¿Por qué seguimos detrás de aventureros de la política y mendigando presupuesto a un Estado concentrado en cualquier otra cosa, menos en la satisfacción de los derechos y demandas de la ciudadanía consciente? En estos momentos se debate por plata en el Parlamento, la plata de las pensiones, por metal, por papeles, pero no se habla de la enorme deuda que el Estado tiene con los escolares del país, una deuda que, a este paso, también será bicentenaria.