Es imperdonable lo que la autoridad del GORE hace con Piura. El Congreso ha decidido descartar la exposición de los funcionarios que Servando García envió en su lugar para presentarse ante la Comisión de Presupuesto del Legislativo. Es decir, peligra la adjudicación del presupuesto para los proyectos regionales. ¿Tenemos quién defienda nuestros intereses?
Debemos plantearnos la posibilidad de que García, en efecto, no esté capacitado para conducir los destinos de la región, pues no aparece, se esconde, evade a la prensa, a los ministros, al Congreso, a su ciudadanía. ¿Qué creyó? ¿Qué esto es un feudo, que él es el mandón que desde su torre de cristal dice lo que hay que hacer? Pero ni siquiera eso: las decisiones las toman otros. ¿Qué hace mientras tanto el gobernador? ¿Está ejerciendo su profesión médica y salva vidas mientras los demás lo critican? ¿O está escondido en un lugar feliz de su imaginación hasta donde los reclamos de la ciudadanía no llegan y donde su gobierno parezca perfecto? Soberbia se respira en los pasillos del GORE, soberbia que puede costarnos mucho y que significarían un retroceso para la región.
¿O tantas son las deudas políticas que tiene que pagar este político convertido de pronto en gobernador, que es mejor dejar que allegados a cierto partido político hagan y deshagan en nuestra casa común mientras asistimos mudos a este insólito espectáculo? No es comprensible ni coherente la actitud de quien un día juró gobernar para los piuranos. ¿Para quién gobierna Servando García? ¿Para el espejo? ¿Para los aliados? ¿Para nadie?
El mensaje del Congreso es claro: no queremos que lleguen los subalternos en representación de nadie; queremos ver al gobernador García y que él exponga lo que necesita la región, de tal manera que el presupuesto del 2021 contemple nuestras urgencias. Es por este tipo de actitudes que nos queda corta la lengua para criticar al centralismo. ¿Cómo hacerlo si cuando nos entregan las riendas de nuestro destino se las damos a alguien que apenas asume sus responsabilidades? ¿Esto no es un descrédito más al regionalismo? ¿Cómo soñar con un GORE empoderado con personas que no ayudan a consolidar ese ideal? Y desde esta tribuna de papel decimos: que García cumpla con sus funciones, que sea honesto y consecuente, que para eso se ofreció.