Ex altos mandos de las Fuerzas Armadas acusan al Gobierno de intentar sembrar el divisionismo y la confusión en el Ejército con la finalidad de promover a militares funcionales a sus intereses políticos, incluyendo un presunto asalto a la democracia para lograr el cambio de Constitución. Por otro lado, en lo que respecta a la seguridad interna, ¿tiene el Ejecutivo idea de cómo proceder para proteger a los ciudadanos?
Lo que vemos es que Pedro Castillo y su gabinete recientemente aprobado por el Congreso no tienen un programa definido para la seguridad ciudadana y la defensa nacional. Lo primero se ve en los cambios ocurridos en el Ministerio del Interior, los cuales no han permitido forjar una política definida; de hecho, no ha habido un plan en los últimos cinco años en los que se han sucedido doce titulares de tan importante e infravalorada cartera.
¿Cuál será la propuesta de Avelino Guillén? En el debate técnico de la campaña por la segunda vuelta, el exfiscal habló de reforzar el aspecto preventivo de la lucha contra la delincuencia, pero ignoramos si el Gobierno de Pedro Castillo tendrá tiempo de ensayar esta estrategia cargada de idealismo mientras lucha contra el hampa que ahora mismo roba, mata y desangra al país.
Sobre la defensa nacional, parece que el Ejecutivo se ha dedicado a descabezar a las Fuerzas Armadas para colocar a sus afines. Eso dicen los militares agrupados en la oposición que opera desde las calles. ¿Existen motivos para pensar que se opera un copamiento político de las altas esferas militares? ¿Se está promoviendo una jugada que permitiría al Gobierno blindarse para tomar un rumbo anticonstitucional?
No debemos caer en la paranoia, pero sí debemos ejercer nuestra función de ciudadanía vigilante para no permitir que poco a poco se construya una fuerza que pueda tener una conducta beligerante con los propios peruanos. Ya hemos pasado por un decenio de uso político e indigno de las Fuerzas Armadas, cuyas consecuencias aún vivimos y han contribuido al descrédito de los uniformados.
Respeto a los fueros respectivos, despolitización de los cuarteles y preservación de la Constitución deben ser los pilares de cualquier política del presente Gobierno, pues solo ello garantizará la estabilidad para construir crecimiento y desarrollo.