La expulsión de 32 ciudadanos extranjeros -29 mujeres y 3 varones-, quienes habían ingresado de manera ilegal y fueron intervenidos en bares, hoteles y prostíbulos de la ciudad, contiene un mensaje positivo para los ciudadanos: que Piura no es tierra de nadie y tanto los vecinos (a través de sus reclamos y denuncias) como sus autoridades, cuando se unen y dejan los enfrentamientos, son capaces de recuperar el orden y el principio de autoridad.

Al sumar esfuerzos e iniciar desde el miércoles una campaña de operativos diarios destinados a intervenir, identificar y sancionar a los extranjeros o peruanos que infringen las leyes vigentes, lo que la Municipalidad de Piura, Policía, Migraciones, Fiscalía y Subprefectura le están diciendo a Piura es que sí es posible recuperar la tranquilidad y hacer respetar las normas.

En las últimas semanas las familias de Piura, Castilla y Veintiséis de Octubre han visto con indignación e impotencia que, a pesar del alarmante incremento de crímenes, sicariato y asaltos a mano armada, la reacción de sus autoridades ha sido muy débil y hasta indiferente. Es más, la población ha sido testiga de la liberación de algunos delincuentes, cuyas capturas demandaron gran esfuerzo y recursos; sin que se deje en claro si fueron favorecidos porque la Policía hizo una mala investigación o simplementea debido a la ineficiencia de los encargados de administrar justicia.

Mientras hechos absurdos como estos contienen un pésimo mensaje hacia la colectividad que termina creyendo que los delincuentes e infractores pueden burlarse de las normas sin que les pase nada, iniciativas como la de la Municipalidad pueden empoderar a Piura como sociedad.

Si se logra que no solo la MPP, Policía, Fiscalía y Migraciones, sino también todas las municipalidades de la región, Gobierno Regional, Poder Judicial, etc., se sumen y aporten cada uno desde el papel que le toca, será posible no solo hacer retroceder a la delincuencia y revertir el clima de temor instaurado en gran medida por extranjeros que ingresan como ilegales, sino también exigir al Gobierno que deje de hacer proselitismo con sus infructuosos consejos descentralizados, y se dedique a los temas verdaderamente urgentes, como fortalecer a la Policía en Piura ante el alarmante incremento de la inseguridad.