La falta de liderazgo y de capacidad técnica es cada vez más evidente en los diversos niveles del sistema de salud regional y nacional. No es casualidad que los servidores de establecimientos del Ministerio de Salud acaten una huelga que no tiene cuándo terminar, ni que se haya suspendido el otorgamiento de citas por teléfono a los asegurados en los hospitales de EsSalud en el hospital Jorge Reátegui, o que el Hospital Universitario haya permanecido cerrado hasta el sábado porque el seguro social le debía tres meses de sueldo al personal.
Los pacientes del servicio de hemodiálisis, a quienes hace pocas semanas se les redujo el horario de atención, aún siendo personas vulnerables por la naturaleza de sus padecimientos son solo un ejemplo de la masiva afectación a los asegurados que, a pesar de aportar a través de sus empleadores, no están recibiendo la atención que en justicia merecen.
Los trabajadores de Salud en huelga anunciaron ayer que recién evalúan levantar su protesta en caso prosperen sus negociaciones con el Gobierno. ¿Cuánto tiempo se perdió en labores preventivas para evitar lo que se viene con El Niño, otra epidemia de dengue, las EDA e IRA, etc.? Todo por falta de liderazgo y por la ineficiencia por parte de quienes están al frente de la salud.
En el país, incluida Piura, 83 de cada 100 personas que se enferman no son atendidas en servicios de salud públicos ni privados, a nivel urbano y rural, según datos del Instituto Nacional de Estadística e Informática (INEI) al 2022. Según el Ministerio de Economía y Finanzas (MEF), la brecha de infraestructura en salud en el país excede los S/27.000 millones y cinco años para reducirla. Se necesita, además, diez años a un ritmo anual de ejecución de inversiones en salud que supere los S/2.500 millones.
Esto tira por tierra cualquier promesa demagógica de aquellos políticos que ofrecen soluciones mágicas al respecto. Tampoco se debe pensar que por el hecho de que ya estén avanzados los procesos para los dos hospitales de alta complejidad de EsSalud y Minsa, se acabarán los problemas de salud. No, esto demorará varios años, y cuando estén listos, los problemas de salud continuarán si no se fortalece el primer nivel de atención. Y es que, si bien los grandes hospitales ayudan a curar, los centros de salud ayudan a prevenir y evitar que colapsen los primeros.