En pocos días cumpliremos 200 años de Independencia pero no lo parece. No hay pompas de celebración, vivimos un extraño clima de tensa calma producto de la crisis sanitaria y económica agravadas por la pandemia y la corrupción.

Estamos a solo 24 días de conmemorar el resultado de años de lucha, esfuerzos heroicos, la gran gesta libertaria impulsada desde Piura y diversos puntos del país consolidada por José de San Martín ahora acuñado en la mente de millones de compatriotas, con su atuendo de general declarando nuestra independencia en Lima, marcando así nuestro nacimiento como nación; pero algunos parecen haberlo olvidado o les importa muy poco recordarlo.

¿Por qué hay pocas actividades previstas para la celebración? Es verdad que a casi tres semanas del Bicentenario la economía sigue siendo afectada por la polarización del país tras las Elecciones, que aún no logramos controlar la COVID-19 y todavía no es nombrado quien será el nuevo presidente, pero ¿la pandemia o las crisis justifican la indiferencia frente a quienes dieron sus vidas para procurarnos el país libre que tenemos?

El presidente Augusto B. Leguía y la generación que atestiguó los 100 años de Independencia, organizaron grandes fiestas con delegaciones internacionales en el Palacio de Gobierno, en los clubes, carreras hípicas de gala, fiestas populares, gran parada militar, desfiles escolares, comparsas con carros alegóricos, inauguraciones como la del monumento a José de San Martín, en la plaza que hasta hoy lleva su nombre.

Es verdad que ahora los miles de muertos por la COVID-19, la crisis económica, sanitaria y política impiden este tipo de celebraciones, pero no que los millones de peruanos asumamos nuestro papel activo en la consolidación de la Patria. Un primer paso es no cerrar los ojos a todo lo que les costó a quienes nos antecedieron: alzamientos, anarquías, guerras, derrotas, terremotos, inundaciones, dictaduras, terrorismo y corrupción, mucha sangre corrió por el país en estos dos siglos. Organizarnos y de una buena vez ponernos de acuerdo sobre el futuro del Perú que queremos es el reto que el país nos pone al cumplir 200 años.