Se llama ineficiencia. Hay que decirlo con todas su letras. Han pasado casi seis años desde la grave inundación del 27 de marzo de 2017 y la Autoridad para la Reconstrucción con Cambios, así como las autoridades regionales y locales, no han logrado reducir el riesgo de un nuevo desborde. Piura, Castilla y Veintiséis de Octubre siguen sin sistema de drenaje pluvial, presas en la parte alta y tampoco han logrado la salida del río al mar, con lo cual la amenaza de una nueva tragedia sigue presente.
El especialista Mario Montero lo ha dicho con toda claridad en nuestra edición de ayer. La actuación de la ARCC desde el 2017 ha sido un fracaso. Su objetivo principal era reducir la vulnerabilidad ante el riesgo de nuevas inundaciones; para eso las acciones claves era o construir reservorios en la parte alta del río Piura para para retener el 50% del agua o hacer la salida al mar. Sin embargo, la Autoridad en estos casi seis años años se ha dedicado a reconstruir puentes, caminos, centros de salud y colegios; descuidando lo principal: el manejo integral del río y el drenaje pluvial, de estos muy poco se ha hecho.
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Gracias a esta lentitud agravada con el constante cambio de directores de la ARC, los piuranos, especialmente ahora que el Senamhi ha pronosticado lluvias intensas hasta el 10 de marzo, estamos condenados a vivir con la pesadilla de que en cualquier momento se sale el río.
No se entiende por qué, pudiendo reducir costos en obras de defensas, diques y enrocados al empezar más bien por la construcción de las presas y la salida al mar, se hizo todo lo contrario. Es inconcebible que a pesar del tiempo y del riesgo para la población, se siga priorizando la elaboración de expedientes de obras complementarias como diques y defensas, sabiendo que lo urgente es retener el agua en la parte alta para que todo el resto de obras bajen de magnitud y de costo.
Quienes toman las decisiones en las ARC y en el Gobierno deben entender que los piuranos no podemos pasarnos todo el tiempo levantando defensas y diques cada vez más costosos, sin que al río se le haga una buena y definitiva intervención. En cuanto al cauce del río, se olvida que tiene una colmatación de 4 metros y que aumenta con las crecidas. ¿Por qué no se limpió el lecho con meses de anticipación para que el agua discurra libremente?
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