Mientras el ex gerente general del GORE y ahora exgerente del Proyecto Chira Piura, Jesús Torres, permanece en una clínica de Trujillo bajo custodia policial, la investigación prosigue y saca a la luz detalles turbios, como la participación de un sujeto identificado como Edgar Baca Palacios, quien habría actuado como operador en esta trama de corrupción.
Esta persona, aunque no haya sido identificada como trabajador del Estado, tenía acceso a información privilegiada, como las cuentas del GORE, el estado de ciertos trámites, los contratos, las cartas fianza, etc. También era quien tramitaba el intercambio de favores por coimas. Baca Palacios y otras siete personas, entre funcionarios y empresarios, han logrado burlar a la Policía en esta segunda redada.
Las delaciones recogidas en las últimas semanas por las autoridades estrechan el cerco alrededor de ciertos nombres claves, pero el gobernador parece que no se ha enterado de todo esto. De otra manera no se entiende por qué en una conferencia de prensa ofrecida ayer intentó matizar las sospechas caídas sobre su ex hombre de confianza. Nos preguntamos: ¿Por qué lo protege el Sr. García? ¿Por qué el gobernador minimiza la gravedad de las denuncias? Si no es él, ¿quién es el verdadero amo y señor que designa a los funcionarios de confianza? ¿Por qué le resulta tan difícil desligarse de un personaje como Jesús Torres, quien solo ha complicado las cosas en su gestión, incluso provocando una separación entre García y el propio vicegobernador?
Los piuranos necesitamos saber la verdad, necesitamos saber cómo se manejan las cosas en el Gobierno Regional, necesitamos transparencia. Sin ella, la gobernabilidad es sumamente difícil. En medio de todo el caos político, Piura no puede convertirse en un símbolo de corrupción, como lo advirtió la ARCC, y por ello el poder político debe dejar de maquillar la situación de Jesús Torres.
Esperamos que la justicia pueda cumplir su labor sin problemas y que se investigue todos los vínculos que estos funcionarios presuntamente corruptos tenían en todos los niveles del GORE, desde el portero hasta el propio Servando García. No se puede ser blando con la corrupción y esta debe ser sancionada caiga quien caiga.