En su libro “Cómo hacer que te pasen cosas buenas”, la afamada siquiatra española Mariam Rojas advierte de un problema aparentemente inofensivo pero que muchas veces es el origen de muchos problemas: actuar en base a supuestas ideas o pensamientos equivocados adquiridos en cualquier etapa de la vida.

“Así nací”, “no me puedo controlar”, “soy impulsivo”, etc. Lo grave de estos pensamientos es que quien los tiene anclados en la mente actúa en función de ellos. En ese sentido, es muy probable que una de las causas de muchos problemas de la región -carencia de un hospital nacional, escasez de policías, agro desatendido por el Gobierno, etc- guarden relación con el hecho de que algunas autoridades y una importante cantidad de ciudadanos actúan movidos por ideas equivocadas, por ejemplo: “los piuranos no protestamos (aunque atropellen nuestros derechos)”, “somos “lentos”, “parsimoniosos”, “dejamos pasar las cosas”.

Y no es así, no somos una sociedad del aguante, mucho menos esperamos de brazos cruzados a que otros solucionen nuestros problemas. Son muchos los logros conseguidos sin los cuales no ocuparíamos los primeros lugares en agroexportaciones, pesca, comercio, música, etc.

Una de esas grandes conquistas fue el apogeo del algodón cuando Piura sembraba en promedio 70 mil hectáreas de la variedad pima, llegándose a la cifra récord de 75,000 hectáreas entre 1965 y 1966. Basándose en esta experiencia adquirida, agricultores del Medio y Bajo Piura han aceptado el reto de retomar e incrementar la producción del pima, para atender la demanda de los confeccionistas del Emporio Comercial de Gamarra de Lima.

Es meritorio y ejemplar que en circunstancias difíciles debido a las deficiencias de un Gobierno que pone trabas al sector privado y a las mypes, los empresarios de Gamarra y los algodoneros piuranos hayan decidido unir fuerzas en busca de salidas a la crisis.

La apuesta de los empresarios textiles no está basada en el azar sino en la comprobada experiencia de los productores piuranos para producir una de las variedades más cotizadas a nivel mundial. Así, trabajando con algodón piurano, el emporio comercial textil más grande del país mejorará su competitividad para hacer frente a la competencia china; y los agricultores tendrían asegurado un mercado que les garantice trabajo y rentabilidad.

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