Por fin el Ejecutivo actualizó los protocolos sanitarios eliminando medidas que, en palabras del ministro Hernando Cevallos, “no tienen ningún sentido” por su falta de efectividad en la prevención del coronavirus, como la desinfección de calzado en el ingreso a locales públicos o privados y la toma de temperatura.
Dado que ambas acciones preventivas se aplicaron el año pasado debido a la falta de conocimiento de cómo se propagaba el virus y ahora -vía la investigación científica- hay certeza de que el contagio se produce a través de las gotículas expulsadas por personas infectadas, es necesario que, además de emitir la norma respectiva, el Ejecutivo aplique una agresiva estrategia comunicacional, sobre la suspensión de estas medidas, dando las precisiones y aclaraciones del caso.
No olvidemos que una tercera ola de contagios es inevitable-, con lo cual las solas declaraciones del ministro Cevallos a algunos medios de comunicación, resultan insuficientes. Si no se le explica a la población de manera sencilla, se podría genera confusión.
En las últimas horas muchas empresas retiraron las bandejas de desinfección y los termómetros de sus puertas de ingreso, pero muchos dueños de negocios y pequeños empresarios lo seguían haciendo. En muchas familias piuranas aún se usa el pediluvio y lavando toda la ropa cada vez que sus integrantes salen a la calle.
El otro gran riesgo es que, a la inversa, mientras no se comunique con claridad y precisión, algunos podrían relajar el cumplimiento de otras normas que sí son efectivas e indispensables como el distanciamiento mínimo, el constante lavado de manos o desinfección con alcohol y el uso de mascarillas.
Sobre esto último, ayer la confusión era aún mayor. Oficialmente se ha dicho que desde el 5 de noviembre ya no es necesario usar doble mascarilla si se utiliza una KN95. Sin embargo, para muchos el gran riesgo es que gran parte de la población, especialmente quienes por razones económicas no usan la KN-95, ahora empiecen a protegerse erróneamente con un solo cubrebocas ya sea de los de tela o la celeste llamada quirúrgica.
Por el bien del país y el reinicio seguro de clases presenciales escolares en el país, el Minsa no puede errar en la estrategia comunicativa como gobiernos anteriores.
