Las denuncias del exdirector del hospital de Sullana, quien asegura haber sido destituido por negarse a favorecer a dos emisarios del gobernador regional con la contratación de servicios de vigilancia y (recojo) de desechos sólidos para ese nosocomio, son un indicio de que no hay una actitud de corrección en una gestión regional que ya bastantes investigaciones abiertas en su contra tiene.
Según la procuradora Anticorrupción, María Isabel Palomino, hasta diciembre del año pasado eran diez las investigaciones abiertas contra los funcionarios del GORE que resulten responsables de presuntas irregularidades en obras como las defensas del río Piura, el pago de planillas con dinero del canon petrolero, la adquisición de mascarillas con los colores del movimiento Fuerza Regional, el pago ilegal de casi cuatro millones del presupuesto de la obra del centro salud de Máncora, entre otras.
Como si no fueran suficiente con los escándalos e indicios de hechos irregulares, el pasado mes de diciembre la actual gestión regional habría vuelto a las andanzas.
No de otro modo se entiende que ante la negativa del director del referido hospital a “atender a los recomendados del gobernador”, haya sido objeto de quejas por “maltratar” a la gente del movimiento regional que llevó al poder al señor Servando García.
Una denuncia tan grave como esta debería ser materia de investigación por parte del Consejo Regional que coincidentemente acaba de anunciar la conformación de una Comisión para fiscalizar a los funcionarios candidatos del GORE, a fin de evitar un mal uso de los recursos de las áreas que estos manejan.
Los piuranos tenemos el deber ciudadano y moral de fiscalizar a esta gestión no solo por los escándalos de posible corrupción, sino para exigir la defensa de nuestros recursos que, en cada campaña electoral, están en grave riesgo cuando hay funcionarios candidatos.
Otra razón poderosa para tener los ojos bien abiertos es que esta gestión no ha demostrado el menor esfuerzo por demostrar eficiencia de gestión. Así lo demuestra el hecho de que en los últimos tres años, de 3 mil 512 millones de soles de presupuesto recibidos para obras de inversión, el GORE ha dejado de ejecutar mil 912 millones de soles. No nos engañemos, no habrá propósito de enmienda durante el tiempo que les queda en el poder.