Después de crecer a tasas de 4% a 6% entre el 2008 y 2012, la región Piura apenas reportó un crecimiento de su producción regional del 0.6% al cierre del 2024. Como consecuencia, más de 170 mil piuranos se sumaron a las filas de la pobreza que en la región alcanza valores del 32%.
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Ya no solo se trata de pobreza en las zonas rurales alejadas de la capital sino de pobreza en las ciudades. Se estima que tres de cada cuatro piuranos pobres, viven en zonas urbanas, en donde se supone que existe mayor acceso a fuentes de empleo.
Ante este escenario, ¿qué hacer? Esa pregunta se plantearon los especialistas del Instituto Peruano de Economía (IPE) que organizaron esta semana la séptima versión del Foro de Desarrollo Económico Regional con la participación de destacados especialistas.
“En Piura para volver a crecer entre 3% y 4% necesitamos un motor adicional, además del agro y la pesca. Se tiene el petróleo, la minería y el turismo. Se necesita echar a andar esos motores y mucho de esto está en manos de las autoridades locales. Necesitamos un entorno más adecuado para la inversión privada y Piura crezca a esas tasas, necesarias para recuperar niveles de pobreza”, expresó el gerente general del IPE, Carlos Gallardo.
Nivel de pobreza en Piura
Hasta antes de la pandemia de 2019, el nivel de pobreza se logró reducir a 24% gracias al impacto de la inversión privada. Sin embargo, ahora la inversión privada disminuye mientras la pobreza sigue con proyección hacia arriba.
“Hay que ponernos de acuerdo para sacar adelante los proyectos mineros. Para eso falta mucha presencia del Estado y resolver las demandas legítimas de la ciudadanía sobre el acceso a servicios básicos de salud, saneamiento, luz y educación. Desde las autoridades locales se tiene que pensar cómo hacer viable estos proyectos mineros”, sostuvo Gallardo.
Otras opciones, agrega, donde las autoridades regionales y locales deben presionar es sobre la concesión de los lotes petroleros en Talara.
“Hay que ponernos de acuerdo en cómo sacamos adelante esas adjudicaciones de lotes petroleros. Piura es la principal productora de crudo nacional y la refinería está aquí, hay que ver cómo hacemos que esta refinería use el petróleo de Piura y no el importado y de esa forma vas a generar mayor empleo local”, aseveró.
Economía depende del clima
Sobre el tema, el vicepresidente de la Cámara de Comercio de Piura, Javier Bereche, explicó que en el país se puede vivir un crecimiento importante, pero en la región el panorama cambia.
Destaca que se tiene una economía que depende del clima para tener mayores capturas en el mar de especies como la anchoveta y mejorar la cosecha con fines de agroexportación del mango, banano, uva, arándanos, entre otros.
“Piura es una región que tiene 21 mil 381 millones de PBI. Es mucho dinero. ¿Por qué hemos multiplicado por tanto nuestro PBI entre el 2000 y el 2020? Lo primero es porque tuvimos la ley de fomento agrario y eso generó la agroexportación. Lo segundo es porque el clima nos ayudó a traer elemento biológico al mar. Si hay pota y agroexportación nos va bien, pero si no la hay, nos va mal. Por lo tanto somos frágiles al clima. Si el clima afecta al mar de Piura y a nuestras zonas de agroexportación, nos va mal a todas las actividades”, sostuvo Bereche.
En ese sentido consideró que el clima se puede convertir en el mejor aliado o el peor enemigo para el crecimiento económico de la región.
En ese sentido, Bereche consideró como una inversión clave la ampliación de área agrícola y la construcción de nuevos reservorios para cuidar el agua durante la temporada de abundancia por las lluvias.
Por su parte, el decano de la Facultad de Economía de la UNP, Humberto Correa, consideró que la actividad económica en la región es una de las más contradictorias.
“No es fácil hablar del desarrollo regional de Piura porque es un mar de contradicciones. En el histórico de 120 años que hemos completado hasta el 2022, estamos encontrando que Piura ha crecido a 0.9% promedio anual. Y el lastre principal es que somos primario exportadores porque vivimos de la agricultura y la pesca fundamentalmente. Vemos con nerviosismo las curvas y nuestros datos consecuencia del cambio climático de esta vulnerabilidad tremenda que no terminamos de estudiar”, aseveró.
En esa línea, el especialista consideró que la región tiene un débil desarrollo y por eso no debe extrañar los altos índices de pobreza.
“La atomización del gasto, el mal manejo de los recursos, la interferencia entre los diferentes servicios, la incompetencia absoluta son parte de lo que tenemos que resolver”, aseveró Correa.
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