Durante el discurso por Fiestas Patrias, la presidenta Dina Boluarte —aunque no leyó este punto directamente— confirmó, mediante el texto oficial enviado al Congreso, la compra de 24 aviones de combate de primera línea para la Fuerza Aérea del Perú (FAP). La medida formaría parte del plan de modernización militar impulsado por su gestión.
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Estos nuevos aviones reemplazarían a los Mirage 2000 y MiG‑29, aeronaves que operan en el país desde las décadas de 1980 y 1990. El anuncio contradice declaraciones anteriores del premier Eduardo Arana, quien había señalado que era solo una intención.
Modernización militar en marcha
La presidenta afirmó que encontró a las Fuerzas Armadas con “capacidades operativas limitadas” y que era “imprescindible adquirir sistemas estratégicos” para reforzar la seguridad y disuasión del país. Además, Boluarte anunció un proyecto de ley para consolidar la industria nacional como soporte de la defensa.
El costo de esta operación asciende a US$ 3.500 millones, que se financiarán mediante endeudamiento interno. Las entregas iniciales se esperan para antes de julio de 2026, con tres aviones operativos ese mismo año.
Opciones sobre la mesa: Gripen, F-16V y Rafale
Las alternativas consideradas por el Ministerio de Defensa incluyen el Saab Gripen E (Suecia), el F-16V Block 70/72 (EE.UU.) y el Rafale F4 (Francia). Según informes recientes, el Gripen E tendría ventaja por su tecnología avanzada y acuerdos de transferencia tecnológica.
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