El Instituto Nacional de Estadística e Informática (INEI) reportó que, en julio de 2025, varios sectores productivos del país registraron un desempeño positivo, destacando minería, pesca, electricidad, consumo de cemento, créditos de consumo e importaciones.
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Minería e Hidrocarburos crecieron 1,10%
El sector minería e hidrocarburos presentó un incremento de 1,10% interanual, impulsado por el avance de los subsectores minero metálico (0,93%) e hidrocarburos (2,16%).
En minería metálica, destacaron los aumentos en la producción de zinc (17,3%), estaño (7,6%), oro (7,5%), plata (2,9%), cobre (2,2%) y plomo (1,0%). En contraste, cayó la producción de molibdeno (-27,3%) y hierro (-0,1%).
En hidrocarburos, creció la explotación de petróleo crudo (14,8%), mientras que descendió la extracción de gas natural (-0,6%) y líquidos de gas natural (-3,7%).
Consumo de cemento
El consumo interno de cemento se expandió 7,19%, impulsado principalmente por el dinamismo de las obras privadas, lo que refleja mayor movimiento en la construcción e inversión inmobiliaria.
Electricidad aumentó 1,72%
El subsector electricidad creció 1,72%, impulsado por la mayor generación hidroeléctrica (13,47%), aunque la producción termoeléctrica (-6,47%) y renovable (-2,68%) redujeron el ritmo de expansión.
Empresas como Huallaga, Chinango, San Gabán, Inland Energy, Machupicchu, Huanza, Statkraft y Electroperú destacaron con incrementos de producción, mientras que compañías como Fenix Power, Enel Generación Piura y Engie Energía Perú reportaron caídas.
Pesca creció por mayor captura de anchoveta
En tanto, el sector pesca reportó un fuerte incremento de 34,85% respecto a julio de 2024, debido al mayor desembarque de especies marítimas destinadas al consumo humano indirecto, principalmente anchoveta para harina y aceite de pescado, que alcanzó 292 148 toneladas (645,23% más que el año anterior).
Los principales puertos que concentraron la mayor captura fueron Chicama, Callao, Tambo de Mora, Chimbote y Pisco.
En cambio, la pesca para consumo humano directo cayó en 30,15%, afectada por la menor disponibilidad de especies para congelado, enlatado y consumo fresco. La pesca continental, por su parte, se incrementó en 48,23%, con mayores volúmenes destinados al consumo fresco y congelado.
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