El año pasado el empleo juvenil retrocedió, según datos del Instituto Nacional de Estadística e Informática (INEI). De acuerdo con los datos, la población ocupada menor de 25 años disminuyó en 3.9%, es decir 100,000 personas de este rango de edad perdieron su empleo.
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Dicho grupo comprende a personas de entre 14 y 24 años, y en 2024 alcanzó a 2’460,400, con lo cual representó el 14.2% de la población económicamente activa (PEA) ocupada.
La información del INEI también revela que la informalidad laboral en este segmento alcanza el 85.6% del total, lo que significó un avance de 0.7% si se compara con lo registrado un año antes.
Las causas del desempleo juvenil son multifactoriales. La falta de experiencia laboral, la inadecuación de las habilidades adquiridas en la educación con las demandas del mercado y la discriminación por edad son algunos de los factores que dificultan la inserción laboral de los jóvenes.
Asimismo, la informalidad y la precariedad del empleo juvenil son obstáculos para el desarrollo profesional y la estabilidad económica de este grupo poblacional. A esto se suma que 7 de cada 10 jóvenes peruanos enfrentan problemas para encontrar trabajos relacionados con sus estudios, lo que evidencia una brecha entre la formación académica y las oportunidades laborales.
Para abordar este desafío, el Gobierno peruano ha implementado diversas leyes y programas. La Ley N° 28518, Ley sobre modalidades formativas laborales, busca promover la inserción laboral de los jóvenes a través de prácticas preprofesionales y profesionales. Sin embargo, su eficacia ha sido cuestionada debido a la falta de fiscalización y la prevalencia de prácticas abusivas.
Asimismo, el programa Jóvenes Productivos, del Ministerio de Trabajo y Promoción del Empleo, ofrece capacitación técnica y orientación laboral a jóvenes de bajos recursos. A pesar de estos esfuerzos, el desempleo juvenil persiste, lo que exige una revisión y fortalecimiento de las políticas públicas y una mayor articulación entre el sector educativo, el sector empresarial y el Estado.











