El país tiene un total de 3.300 obras paralizadas, con un valor de más de S/18.400 millones, según advierte la Contraloría General de la República en su presentación en la Comisión de Fiscalización y Contraloría.
Las obras se encuentran detenidas debido a deficiencias en el expediente técnico, no disponibilidad de terrenos, entre otros motivos.
El contralor general de la República, Nelson Shack, indicó que estos problemas podrían arreglarse con la expansión del control concurrente, así como con iniciativas legislativas que permitan destrabar las obras, incluso las que tienen arbitraje o proceso judicial.
Por otro lado, Shack comentó su preocupación por la falta de capacidades legales de la Contraloría para intervenir en el control de convenios de Estado a Estado.
“No tenemos las capacidades legales suficientes para poder intervenir en el control de convenios de Estado a Estado y es una preocupación que tenemos porque últimamente estos contratos de Estado a Estado se están poniendo de moda”, indicó.