La
Superintendencia Nacional de Educación Universitaria (Sunedu) negó el licenciamiento a la
Universidad Particular de Chiclayo (UDCH), con lo cual se convirtió en la segunda casa superior de estudios de la región Lambayeque en esa situación.
Semanas atrás, esta universidad recibió la visita de una comitiva de la Sunedu, que llegó para verificar el
avance de las observaciones sobre la calidad del servicio educativo.
En mayo, el representante de la Sunedu, Luís Endo, señaló que la universidad ya contaba con un informe negativo y que debía de levantar varias observaciones.
Las principales deficiencias encontradas son:
• La Sunedu identificó debilidades en la gestión institucional y planificación interna, que se materializa en deficiencias en el diseño de sus instrumentos de gestión para el logro de sus objetivos institucionales. Es decir, la Universidad no cuenta con un proyecto institucional articulado, cohesionado y consistente para la adecuada prestación del servicio educativo.
• No se evidencia una gestión académica clara, definida y consistente que redunde en una propuesta alineada con los objetivos, recursos y procesos internos dentro de la Universidad. Al respecto, se identificó inconsistencias entre las horas efectivas de dictado y los planes de estudio, así como la organización de los cursos, lo cual no permite contar con información confiable y oportuna para la toma de decisiones de postulantes, alumnas y alumnos sobre sus estudios.
• La universidad declaró contar con 30 laboratorios y talleres (23 en la sede y 7 en la filial). Sin embargo, el 80 por ciento de ellos no cuenta con instrumentos de gestión para la identificación de peligros y control de riesgos. A esto se le suma que no logró evidenciar la disposición final de los residuos sólidos y líquidos peligrosos generados por sus laboratorios y talleres, a pesar de contar con programas de ciencias de la salud e ingeniería con más de veinte años de funcionamiento.
• Más del 50 por ciento de los programas ofertados no cuentan con ambientes de enseñanza pertinentes para la prestación del servicio educativo ni garantizan los recursos para el desarrollo de los cursos dictados. Asimismo, se constató que, en los programas ofertados en la sede central y la filial, hay notorias diferencias en el equipamiento y los ambientes, lo cual va contra el derecho de sus estudiantes a acceder a las mismas condiciones de calidad.
• La Universidad no ha demostrado el desarrollo sostenido y articulado de la investigación, como consecuencia de una débil capacidad de gestión, inconsistencia normativa y falta de una estructura orgánica claramente definida e institucionalizada. Adicionalmente, no fomenta acciones orientadas a promover la actividad investigadora, pues los docentes encargados de desarrollar investigación no cuentan con la disponibilidad horaria para ejecutar los proyectos ni se evidenció la ejecución de proyectos de investigación financiados por la Universidad.
• El porcentaje de docentes a tiempo completo está por debajo del 25 por ciento que exige la Ley Universitaria. Además, todavía tiene profesores con grado de bachiller que no están comprendidos en el proceso de adecuación para alcanzar el grado de magíster. Tampoco asegura procedimientos específicos para la gestión docente.
• La universidad no garantiza la continuidad de los servicios complementarios tanto en sede como en la filial, al no contar con los recursos necesarios. Tampoco cuenta con mecanismos de inserción laboral para sus estudiantes y egresados.
De acuerdo a la resolución de Sunedu, la UDCH deberá cerrar en un plazo de 2 años y, de inmediato, suspender cualquier proceso de admisión.
Vía Andina