La justicia impuso nueve meses de prisión preventiva a cuatro sujetos a quienes se les investiga por
delitos de disturbios y entorpecimiento al funcionamiento de los servicios públicos; es decir, vansalismo.
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En otra decisión judicial -por primera vez-, se condenó a tres sujetos por ensalzar la figura del sanguinario
Abimael Guzmán a través de las redes sociales.
La justicia es lenta, pero va por el camino correcto para sancionar a quienes
toman como pretexto su descontento social para destruir los bienes públicos y, lo más grave, exaltar a terroristas culpables de la muerte de más de 69 mil peruanos según la
Comisión de la Verdad. Pero la justicia debería ir un poco más allá y sancionar también a los incentivadores de odio a través de las redes sociales.
Si bien no exaltan a
líderes terroristas son culpables de avivar la hoguera del odio, la discriminación y el resentimiento entre peruanos a través de la publicación de “fake news”, montajes, memes, fotografías y comentarios racistas y de resentimiento a través de las redes sociales, incentivando con ello el enfrentamiento y la violencia entre peruanos. Solo basta mirar las redes para encontrar cientos de azuzadores digitales.
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