Los cables submarinos de telecomunicaciones por fibra óptica pueden ayudar a los científicos a estudiar los terremotos en alta mar que se producen en estructuras geológicas ocultas en el océano.
Investigadores de la Universidad de California, Berkeley, el Laboratorio Nacional Lawrence Berkeley, el Instituto de Investigación del Acuario de Monterey Bay y la Universidad de Rice describen un experimento que convirtió 20 kilómetros de cable submarino de fibra en el equivalente de 10 mil estaciones sísmicas en el fondo del océano.
Durante su experimento de cuatro días en la Bahía de Monterey, registraron un terremoto de magnitud 3,5 y dispersión sísmica desde zonas de fallas submarinas.
Su técnica, que habían probado con cables de fibra óptica en tierra, proporciona datos sobre terremotos bajo el mar, donde existen pocas estaciones sísmicas, dejando al 70% de la superficie terrestre sin detectores de terremotos.
“Cualquier instrumentación que salga al océano, incluso si es durante los primeros 50 kilómetros de la costa, será muy útil”, destaca Nate Lindsey, autor principal del estudio.
Datos
* Lindsey y Jonathan Ajo-Franklin, profesor de geofísica en la Universidad de Rice en Houston y científico visitante de Berkeley Lab, lideraron el experimento con la ayuda de Craig Dawe de MBARI, propietario del cable de fibra óptica.
