El Congreso de la República prepara tres proyectos de ley con el objetivo de fijar una fórmula para aumentar periódicamente la remuneración mínima vital (RMV) hasta el monto de S/ 2.500.

Especialistas consultados por El Tiempo discreparon sobre la conveniencia o no de llevar a cabo dicha medida, considerando la actual situación económica del país.

El decano del Colegio de Economistas de Piura, Raúl Martínez Luna, se mostró a favor del aumento gradual siempre y cuando se considere varias condiciones.

“Se debe evaluar varios factores como el escenario de la reactivación y sus efectos en el bolsillo de la gente, así como la capacidad de compra, si se vio vulnerable o no ante la inflación. En promedio ha habido 15 % de inflación acumulada en los dos últimos años, esto significa que la población perdió poder de compra”, sostuvo.

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En ese sentido, señaló que el salario debería incrementarse en un 20 %; es decir pasar de S/ 1.025 a S/ 1.230 soles.

“Actualmente en el Perú, el ingreso promedio de los peruanos es de S/ 1.589. Entonces ese salario mínimo todavía está por debajo del promedio mínimo de ingreso mensual de los peruanos. Además, para que una persona no esté en la línea de la pobreza, al menos tiene que cubrir los S/ 415 de la canasta básica familiar y si en promedio hay 3 personas en el hogar, al menos uno de ellos debe tener tres veces más lo que cuesta la canasta básica familiar; es decir, S/ 1.245”, explicó.

Por otro lado, Martínez resaltó que un incremento de sueldo afecta principalmente a las microempresas; por lo que la medida debería ser aplicada a las medianas y grandes empresas. “No a las microempresas porque muchas veces subsisten y hay riesgo de despido o pago por lo bajo. Esto da pie a que la informalidad se incremente”, advirtió.

Opinión distinta tuvo el economista y docente de ESAN, Jorge Guillén, quien aseguró que no hay condiciones para pensar en un aumento más del salario mínimo.

“No estoy de acuerdo porque eso tiene que ir en función de la productividad que no ha cambiado y tampoco incentiva la formalización; más bien, impulsan a que los empresarios contraten por debajo de la mesa”, dijo.

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Además, indicó que muchas empresas aun no se han recuperado de la pandemia, han tenido que gastar el capital.

“Además, hay una incertidumbre y desaceleración económica que estamos viviendo ahora que no permite que capitalicen. Entonces, subir el salario a sus trabajadores incrementará los costos laborales y no incentiva a contratar formalmente a una persona”, finalizó

Sobre el tema, el vicemnistro de Trabajo, Juan Navarro, sugirió que los proyectos que actualmente están en el Congreso “pasen por los espacios técnicos y der diálogo” que existen en el país, es decir, ante el Consejo Nacional del Trabajo (CNT).

“La Organización Internacional de Trabajo recomienda que aspectos del marco normativo que puedan generar un impacto en el manejo diario de sus trabajadores sea puesto a conocimiento para que puedan recomendar y establecer consensos”, dijo.